jueves, 25 de octubre de 2007

Mamá, de mayor quiero ser Godard.

Debo reconocerlo, a mi Godard tampoco me cae tan mal. Siempre que no tenga que volver a ver otra de sus películas, seguiremos siendo amigos. Y es que hay algo en este tipo que me sigue fascinando: Escribía guiones en cuatro días, rodaba en cinco y montaba en tres. Era lo que se conoce como un tipo de consumo energético limitado, o lo que vendría a ser un vago de cojones. Y si hay algo admirable en este mundo, es que un vago redomado se convierta en el estandarte de toda una nueva corriente de cine. Mínimo esfuerzo, máximos resultados. Debo decirlo desde ya: Yo quiero ser como Godard. Aunque me convierta en un farsante aburrido y tocapelotas. Me da igual. Tendré a manadas de grupies cinéfilos ovacionándome y deseando mi semilla en su vientre y mientras estos grupies no se parezcan a Garci o Carlos Pumares, no habrá problema.
A todo esto suponiendo que el bueno de Jean Luc era un vago y nunca se estaba más de dos semanas por película, ya que si me entero que tardaba más entraría automáticamente en el grupo de personas con actividad encefalítica reducida. O lo que vendría a ser un gilipollas.



EL hermano hiperactivo de Godard.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"alguien en el mundo sin actuar es el mayor de los farsantes". Proverbio anónimo (y chino)

fruitman dijo...

querido bishop, tu (ausencia de) etica moral me deja perplejo. es decir, a ti cualquier tipo vago y que triunfe ya te cae de puta madre. menuda filosofia de vida, tio. y tan joven como eres todavia... que lastima.

Anónimo dijo...

God será un vago, pero vosotros sois hiperactivos. Hay que ver la cantidad de textos en tan poco tiempo. Y es que una de las cualidades de God es despertar la creatividad (cada uno según sus capacidades) de los demás. Algún día os daréis cuenta de todo lo que ha hecho por la humanidad (y por el Arte).