Desde Puto Godard realizamos una constante labor de investigación que nos lleva a esos entrañables rasgos de Godard que la Historia parece borrar de las biografías de sus grandes protagonistas.
Así, os hemos relatado las peripecias santorales de Godard, su afición por el baile, la triste vida del gato de godard o la sorprendente marcha de Juando Ramos del Sevilla por culpa de Godard, por mencionar tan sólo algunas de nuestras pesquisas favoritas.
La semana pasada llegó a mis manos un ejemplar de Cahiers du Cinema que mi gran amigo Jomles encontró en el Mercat de Sant Antoni de libros viejos. Obviamente, la revista incluía una entrevista a Godard, a raíz de la presentación de una de sus películas en Barcelona.
La cosa quedaría en nada, pero el caso es que en dicha entrevista, el periodista es muy original, y haciendo gala de la tradición barcelonesa de no saber mirar más allá de su propio ombligo, le pregunta a Godard:
"Usted suele viajar a Barcelona frecuentemente... ¿ha pensado en rodar en Barcelona?"
A lo que Godard responde:
"La verdad es que nunca lo he pensado, aunque no descarto pensarlo en un futuro. El caso es que existe un restaurancito chino en Barcelona que me gustaría que saliera en alguna de mis películas, porque en ese lugar he disfrutado de algunas de las comidas más memorables de mi vida"
El entrevistador, agudo, le sonsaca a Godard el nombre de dicho restaurante.
En Puto Godard, tras leer la entrevista, no lo pensamos dos veces, y nos dirigimos al susodicho restaurante. Lo que comimos ahí nos jodió el estómago de por vida, probablemente, pero lo que descubrimos valió la pena.
Resulta que el amo del garito se acuerda perfectamente de Jean-Luc, como le gusta recordarlo. Es más, hace un año, en su última visita a Barcelona, Godard estuvo sentado en la misma mesa en la que entrevistamos al amo del lugar.
"A Jean-Luc gustar mucho ciempollo", repetía constantemente el chino. "Tu probar ciempollo, ciempollo muy bueno, comida favolita Jean Luc"
¿Y que diablos es un ciempollo?, se preguntarán ustedes.
He aquí la respuesta, en forma de impactante imagen (haced click sobre la imangen para ampliarla):
Esto, señoras y señores, lo comió la redacción entera de Puto Godard. Para que luego digan que no amamos a Godard.
p.s. próximamente, cuando nos repongamos del hartón de ciempollo, les ofreceremos la entrevista completa con el amo del restaurante chino favorito de Godard.
